EL SUICIDIO COMO ENIGMA
El suicidio es un tema tan antiguo como
la misma vida humana y a la vez, a lo
largo del
tiempo, continúa siendo un
enigma.
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Ha sido siempre un inquietante
interrogante para filósofos, sociólogos,
historiadores,
poetas.
Las diferentes
representaciones de la muerte a lo largo
de la historia y de las distintas culturas y
religiones, influyen en los significados
que se atribuyen al suicidio.
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Ya Freud se refiere a la muerte como
un en i gma: no ti ene posi bi l i dad de
represen taci ón . ¿Qué es l a muerte?
Muerte es la muerte del otro. Del mismo
modo, el suicidio es también un enigma,
y todos los intentos de explicarlo, son
esfuerzos por dar significación a un acto
que quien lo hizo, con su muerte se
llevó sus razones.
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Las interpretaciones acerca del
suicidio se sitúan entre el pecado y el
sacrificio, o entre la locura y la razón,
entre un acto de cobardía y un acto
heroico. Como sujeto racional el suicidio
se entiende como un acto de la razón
dotado del
máximo grado de libre
albedrío, incluso frente a la muerte, o
como acto de locura, por el
cual
el
suicida intenta liberarse de la prisión en
la que se siente atrapado.
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En cuanto a la perspectiva psicoanalítica,
no hay una estructura única que
subsuma la clase
suicidio
. El suicidio
como clase de todos los suicidios
particulares, no tiene una estructura que
lo singularice en su universalidad, no se
le puede aplicar las clasificaciones
nosográficas, lo que no impide considerar
algunas estructuras que intervienen en
la determinación de los suicidios. Estas
estructuras son las del acto fallido, el
acting out
, el pasaje al acto y el acto.
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Sea como intento de suicidio, como
amenaza latente o manifiesta, o como
fantasía, fenomenológicamente suceden
por la caída de los sentidos que
sostenían al sujeto, ya se trate de algún
valor que se ha perdido: salud, trabajo,
dignidad, honor, o bien porque a partir
de una pérdida de un ser querido
,
no se
encuentra un sentido a la vida.
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Se trata, en fin, de un sujeto en
urgencia y de una pérdida: la del sentido
de la vida.
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Albert Camus en
“El mito de Sísifo”
se
pregunta por el
sentido de la vida,
considerando que es el problema más
apremiante para la filosofía. Que nunca
se ha tratado al suicidio sino como de
un fenómeno social. En cambio, se
interesa por la relación entre el
pensamiento individual y el suicidio.
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Es en ese texto que dice:
“No hay sino
un problema filosófico verdaderamente
serio: el suicidio”
.
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El tema del ensayo de Camus es la
relación entre el
sentimiento de lo
absurdo de la vida y el suicidio como
una de las salidas a ese sentimiento.
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Encuentro en su filosofía del absurdo,
tal como se la nombra, una afinidad con
el
psicoanálisis en relación con el
concepto de angustia.
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El suicidio se prepara en el silencio
del corazón, lo mismo que una gran
obra. El hombre lo ignora: el gusano se
halla en el corazón del hombre. Es un
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