de los valores, está reducida a la inmanencia de la
función vital y de rendimiento. Es decir, es la sociedad
del doping, una vida reducida a la mera función vital,
a la que hay que mantener sana. El sujeto de esta
sociedad es incapaz de morir. Su vida se parece a la
de un no-muerto. Es así que la preocupación por la
buena vida termina en la histeria de la supervivencia.
La locura con la salud surge cuando la vida ha quedado
desnuda, sin contenido narrativo. Sólo queda el
cuerpo del yo. Esta vida desnuda de toda teleología,
a excepción del ideal de conservar la salud, intenta
compensar el vacío en el que se anuncia la muerte.
consecuencias de enfermedad en el sujeto. Han
ubica a la actualidad como
modernidad tardía
,
y al
sujeto de este tiempo como sujeto del rendimiento.
Es libre, no se le impone ninguna represión por
medio de una instancia de dominación externa. Sin
embargo, en realidad dispone de tan poca libertad
como el sujeto de la obediencia de la sociedad
disciplinaria. Solo que al desaparecer la represión
externa, la presión pasa al interior. De este modo,
considera que el
sujeto del
rendimiento termina
desarrollando estados depresivos. La violencia sufre
una interiorización, se hace más psíquica -por eso
en lugar de biopolítica propone el término de psicopolítica-
y se invisibiliza. Desmarcándose del otro o del enemigo,
de una presión externa, se dirige a uno mismo.
`
Violencia y suicidio, dos fenómenos que si bien
van mu tando en sus presen taci ones,
nunca
desaparecen del campo humano. Me interesa a partir
de los desarrollos de Han, analizar sus mutaciones y
cómo se articulan entre sí en la actualidad.
`
Han en su libro “Topología de la violencia” se ocupa
de analizar las mutaciones de la violencia a partir de
una distinción de los conceptos de positividad y
negatividad. La sociedad actual evita cada vez más
la negatividad del otro o del extranjero. El proceso
de globalización ha acelerado la desaparición de
fronteras y diferencias. La violencia que se presenta
como negatividad es la que establece una relación
bipolar entre el yo y el otro, entre dentro y fuera, entre
amigo enemigo.
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Considera que la masificación de lo positivo, que se
manifiesta como sobrecapacidad, sobrecomunicación,
hiperatención, hiperactividad, es mucho más funesta
que la violencia negativa, su positividad hace que se
quede sin defensas inmunológicas. Así la infección,
la invasión y la infiltración, pueden constituirse en
causa de infarto cuando falla la violencia de la
negatividad. Vale decir que, al desaparecer, el otro o
el extranjero que hacía emerger una reacción de
inmunidad, la violencia que genera lo
igual
no
responde a la defensa inmunológica. El sujeto del
rendimiento se libra a la coacción para maximizar el
rendimiento,
y de este modo se autoexplota.
Explotación sin dominación, que le hace engañarse
respecto de su libertad. El sujeto se cree libre pero
es el sistema el que explota su libertad, el que hace
pronósticos sobre sus conductas, las condiciona a
través de la información que él
mismo entrega
digitalmente en un simple “me gusta”.
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Con respecto a la vida, despojada de toda trascendencia
`
Este sujeto del
rendimiento compite consigo
mismo y cae en la compulsión destructiva de
superarse a sí mismo, la cual puede ser mortal. Esto
es típico en sujetos muy eficientes, brillantes en su
ámbito laboral o de estudio que repentinamente
comienzan a tener ataques de pánico.
`
En síntesis, Han ubica en las enfermedades psíquicas
actuales como una violencia autogenerada, porque
evidencian una autoagresión que puede terminar en
suicidio. Efectivamente podemos considerar que
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