Pacientes con perturbaciones psíquicas
severas, depresiones agudas, situación
de crisis extrema y urgencia subjetiva,
abren la pregunta sobre:
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¿ cómo abordar ese padecimiento
desmedido sin dejar de considerar el riesgo
que implica para la propia existencia del
sujeto?
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Es en este sentido que el abordaje clínico
en personas con tentativas suicidas está
determinado fundamentalmente por la
gravedad del paciente y su singularidad.
De esta manera, existen pacientes cuyo
abordaje requiere de una intervención
múltiple a cargo generalmente de un médico
psiquiatra y un psicoanalista. Y donde en
ciertos casos se incluye necesariamente
al acompañante terapéutico como tercer
elemento dentro del
equipo tratante,
buscando ofrecer así la contención
sostenida del sujeto y la colaboración en
la reconstitución del lazo social en el
proceso global de recuperación tras una
situación aguda, como es un intento de
suicidio y remediando, por sobre todo,
cualquier tipo de recaída.
`
En términos generales, el A.T. tiene la
finalidad de producir una clínica ambulatoria
por la vía del semejante, tiene así un
conocimiento particular del caso por el
contacto cotidiano con el paciente y por
el diálogo constante con él, desde una
escucha especial
sin interpretación
alguna.
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Al resurgir de este modo la palabra, el
paciente elabora sucesivamente las
hipótesis de sus tiempos, él mismo va
reescribiendo su caso, su propia historia.
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Se produce la recuperación de ciertos
significantes que le pueden otorgar al
paciente posibilidades de simbolización
y, por consecuencia, la posibilidad de
cambiar su destino.
`
Se trata fundamentalmente de un proceso
dialéctico donde se va construyendo
una red de significantes que permite la
reconstrucción de la historia fragmentada
del sujeto, produciendo un marco contenedor
que evita que lo que tengan que decir
necesariamente desemboque en acto. Se
intenta pues, limitar ese padecimiento
en exceso y sojuzgar el
desborde.
Alternativa a la actuación que favorece
que la palabra advenga y no tapona
aquello que ese sujeto sufriente expresaba
con sus actos.
Presentación del Material Clínico
CASO MABEL
A continuación, expondremos el
caso
ilustrativo de una paciente en tratamiento
psicoterapéutico que, teniendo tres intentos
de suicidio de gravedad en su historia,
se decide -luego del último episodio-
incluir el dispositivo de Acompañamiento
Terapéutico para su contención, al que
ella considera como una “necesidad”
porque, según dice, se encuentra “poco
acompañada”. Se le ha indicado, por
tanto, acompañamiento terapéutico tres
veces por semana, en su domicilio.
MABEL Y SU ENFERMEDAD
Mabel tiene 75 años, es ama de casa, de
contextura mediana y aspecto alineado.
Es una mujer de alto nivel cultural, muy
inteligente y capaz, hipersensible al trato
y a los modos. Actualmente vive con su
marido, médico jubilado con quien tienen
tres hijos adultos, cada uno de los cuales
ha formado su propia familia y emigrado
del hogar. Se trata de una paciente de
riesgo cuyo diagnóstico presuntivo consiste
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