Casi a diario llegan noticias de mujeres
golpeadas, maltratadas o asesinadas por
sus parejas. En este fenómeno es indistinta
la clase social o la educación. Tampoco
es una cuestión de ahora: desde que existe
la cultura hay violencia contra las mujeres.
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Últimamente se ha avanzado en la
promulgación de leyes contra la violencia
hacia la mujer y en recursos para su asistencia.
También circula mucha información que
enseña a la sociedad aquello que no
habría que tolerar en una relación de pareja.
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Sin embargo, lo inquietante es que a
pesar de estos avances el fenómeno no
disminuyeX Las leyes y la información
son fundamental es, pero no parecen
alcanzar para regular la violencia en los
lazos de pareja.
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En el año 2000 la ONU se propuso
como uno de los objetivos del milenio
lograr el empoderamiento de la mujer,
disminuyendo sus formas de segregación.
Sin embargo, años más tarde declararon
que este es uno de los objetivos más
difíciles de cumplir y convocaron a
psicoanalistas como consultores
1
.
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Como vemos, no es un fenómeno
sencilloX
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Como miembro del Equipo de Violencia
del Hospital Argerich, observo que las
pacientes con esta problemática son las
que presentan mayor resistencia. Abandonan
pronto, faltan, solicitan con urgencia iniciar
tratamiento para luego no concurrir. Muchas
veces, si el practicante se apresura en
convencer a la paciente que debe denunciar,
separarse, intentar una vida mejor (desde
su propio ideal) la paciente no tarda en
dejar del tratamiento. Es que lo pulsional
que se juega con ese partenaire no es
pasible de ser educado. Por ello, es que
el Acompañante Terapéutico (AT) y el
analista no intervienen desde el ideal (propio
o social) y se abstienen de educar. Es
preciso paciencia y tiempo para recorrer
las coordenadas inconscientes que sostienen
ese vínculo, un tratamiento de lo pulsional
que permita salir del círculo de la violencia.
LA MUJER Y EL AMOR
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Un aspecto, hay otros, desde el cuale
se puede interrogar la violencia de
pareja es la cuestión del amor en las
mujeres.
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Freud
2
observa que ya desde la infancia
el ser femenino tiene una especial necesidad
de que se le demuestre ternura, lo que
la hace más dependiente y dócil.
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En “Inhibición, síntoma y angustia”
señala la importancia del amor en las
mujeres. Si la condición de angustia para
el hombre es perder el objeto, tener o no
el falo, para las mujeres es la pérdida de
amor lo que importa
3
.
`
Esa dependencia en el terreno de
l
amor, puede llevar a un cuadro que
Freud toma de la psicopatología de su
época: la “servidumbre sexual” (Von
Krafft-Ebbing,
1 892).
Esta expresión
alude al “hecho de que una persona
pueda adquirir respecto de otra con
quien mantiene comercio sexual un grado
i nsól i tamen te al to de dependenci a y
heteronomía”
4
. Es un “grado inusual de
enamoramiento”
5
, mucho más frecuente e
1
Bassols, M: La AMP en la ONU. “Gender Equality and sexual
Diversity in relation to the Empowerment of Women: A
PsychoanalyticPointofview”, enhttp:/whttp:
/www.fapol.org/es/notas/12
Freud,
S (1933[1932]).: La feminidad,
en Obras
Completas, Amorrortu editores, BuenosAires, pág. 109.
3
Freud, S. (1926 [1925]): Inhibición, síntoma yangustia, en Obras
Completas, Amorrortu editores, BuenosAires, 10ma reimpresión,
2008, pág. 135.
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