lista a realizar.
“Sé que tengo que reinsertarme pero
me cuesta mucho, sola no puedo”
, dice. Es una
persona muy cordial y amable. Inteligente y muy
dinámica, le gusta hacer una amplia variedad de
actividades, sintiendo una fuerte inclinación por los
movimientos artísticos y culturales.
“Yo hago yoga,
taichí y reiki, hice mucho tiempo biodanza también.
Voy a un taller de creatividad, escribo poesía. El tema
conmigo es el hacer, necesito estar activa todo el
tiempo, tengo la predisposición para hacer cosas, porque
sino la cabeza me mata, literalmente me mata”
. Su
núcleo familiar la apoya completamente en su
tratamiento y la asiste en todo el proceso, pero siente
que tiene que disimular con ellos para no preocuparlos.
`
En los primeros encuentros se sentía un poco
ansiosa y sensible, pero a medida en que se fueron
sucediendo los días, se muestra más serena y
aliviada. Le gusta mucho dialogar empáticamente y
demuestra mucho interés por los diversos temas
planteados en las charlas (cine, teatro, arte y viajes,
entre otros), sucediéndose así largas conversaciones
muy agradables y distendidas
.
`
Su discurso, en un principio muy enfocado en su
enfermedad, con el tiempo fue cambiando hacia temas
de su vida cotidiana y las muchas actividades que
realiza. A su vez, ha relatado algunos hechos
relacionados con su infancia y su familia de origen,
la educación que ha recibido y las características de
su pueblo natal:
“Yo siempre digo que nací en la
época equivocada... siempre fui una adelantada. Yo
me vine sola a la ciudad, te imaginas lo que era en
ese entonces, fue todo un desafío, ni yo entiendo
cómo me animé”
, cuenta repetidas veces. También
ha comentado otras experiencias que han resultado
significativas para ella y le han brindado algún tipo
de aprendizaje. En una oportunidad, habló acerca
de sus
“tres episodios”
, como ella los menciona,
describiendo en detalle cómo fueron sucediendo y
cuáles fueron sus recuerdos y sensaciones más
íntimas, siempre desde una perspectiva más reflexiva
con lo que ella considera como
“enseñanzas de vida”
.
MABEL Y LA TECNOLOGÍA
En el trascurso del acompañamiento sucede que un
día Mabel dice con total seriedad:
“Hay algo que me
tiene mal desde hace mucho y vos me tenés que
ayudar, te lo tengo que decir, siempre tuve un problema
con la tecnología. Me cuesta muchísimo aprender y
siempre termino echándome la culpa de todo, desde
el principio me impongo un ‘no’, me da bronca ser
así, me anulo, creo que no soy capaz, que no puedo
en un trastorno bipolar que presenta episodios
depresivos reiterados.
`
Para Mabel existen dos momentos cruciales en su
vida que la marcaron cuando le diagnosticaron
“Depresión Endógena”
y luego
“el ADD”
(Trastorno
por déficit de atención). A partir de allí dice:
“Me di
cuenta de lo importante que es que te den un
diagnósticoS nunca más me sentí culpable porque
todos me decían que era una cuestión de voluntad,
no me entendíanS lo mío tiene una causa endógena.
Desde entonces,
siempre estuve medicada,
de
tratamiento en tratamiento, probé de todo ya”
. Describe
su enfermedad como una
“bipolaridad con picos muy
grandes”
, cuando estaba
“arriba”
hacía de todo, se
sentía dueña del mundo, pero
“cuando bajaba era lo
peor”
, la diferencia era aplastante.
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Por ende, Mabel tiene desde ya un discurso muy
teatralizado y pesimista sobre su vida tendiendo así
a victimizarse,
“Es siempre lo mismo... Es la depre...
por momentos se va y me siento bien, pero cuando
aparece me voltea, me voltea mal. Yo sola no puedo
conmigo, no lo puedo manejar. Solo una persona que
pasa por lo mismo puede entender cómo es. Dormir
es lo único que me calma, hay veces que no quiero
salir de la cama, por mí dormiría todo el día”
. Esto hace
que se subestime en cierta medida el riesgo presente
en ella, ya que es frecuente en sus declaraciones
frases como:
“Estoy hartaS A veces quisiera que
todo terminara, tirarme abajo del tren y listo. Yo no
busco la muerte... ¿quién quiere morirse realmente?,
pero es todo tan difícil... es tan difícil encontrarle una
salida a todo esto"
. Es esta idea fija de
“terminar con
todo”
lo que la llevó a esas situaciones límites que
determinaron sus tres episodios.
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Pero finalmente, es dentro de este discurso donde
Mabel encuentra un sentido a su vida, un sentido que
considera de lo más paradójico. Pues, según ella, ha
llegado a la siguiente conclusión:
“Es muy paradójico
que sea la idea de muerte lo que me ata a la vida.
Sé que soy yo la que decide, que si en algún momento
digo basta, yo decido... saber que la decisión está
en mí es lo que me da fuerzas para seguir”
.
MABEL Y SU ACOMPAÑAMIENTO
Cabe resaltar la muy buena predisposición de Mabel
ante el comienzo del acompañamiento terapéutico.
Siente que es algo necesario y que se encuentra
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